Dentro del mundo del vino, es frecuente sentir el mito de «Cuanto más viejo el vino, mejor», y me sabe mal decirlo, pero si, es un mito. Aunque es verdad que algunos vinos mejoran sus cualidades con el paso del tiempo, no todos lo hacen. Para que un vino sea más bueno con los años, ha de tener unas características especiales, a estos vinos se les conoce como vinos de guarda. Es muy probable que hayas visto este nombre en algunas etiquetas de vino o en sus descripciones y, por si te preguntabas qué quiere decir, hemos querido explicártelo. En este artículo, te explicamos qué es el vino de guarda, cómo se elabora y alguna de las características que los hacen tan especiales.
Un vino de guarda es un vino que ha sido elaborado de tal forma que puede almacenarse durante largos periodos de tiempo y que mejoran con el envejecimiento en lugar de deteriorarse. Estos vinos acostumbran a tener unas estructuras más robustas y con más concentración de aromas y sabores.
El significado de “vino de guarda” puede variar, ligeramente, según la Denominación de Origen (DO) y las regulaciones específicas de cada región. Aunque, en general, se puede decir que un vino es de guarda cuando ha sido sometido a un proceso de elaboración y crianza que le ha dado la capacidad de envejecer y mejorar en botella durante años.
Por ejemplo, en la DO Montsant, un vino se considera de guarda cuando ha hecho una crianza en barrica de roble un mínimo de 12 meses.
En otras DO, las regularizaciones pueden variar por lo que hace a los requisitos para que se considere un vino de guarda. Por ejemplo, se puede pedir un tiempo de crianza mas largo en barrica o en botella, o pueden pedir criterios adicionales como el tipo de uva o las prácticas de vinificación.
Cuando decidimos que queremos que un vino sea de guarda es porque buscamos y creemos que este se volverá mas complejo con el paso de los años, o sea, ofrecerá más aromas y será más rico en boca. Para elaborar un vino de guarda hay que seguir un proceso meticuloso que requiere atención y cura en cada etapa.
Para elaborar un vino de guarda de calidad, hay que tener en cuenta diversos factores, a continuación te decimos algunos:
1. Escoger la uva. Es fundamental escoger la uva de más calidad y seleccionar variedades de uva con un buen potencial de envejecimiento, como el Syrah, la Cariñena o el Cabernet Sauvignon. Además, la uva ha de ser vendimiada en el momento óptimo de madurez para conseguir la máxima expresión de sabores y aromas.
2. Tener cura de la vinificación. Durante el proceso de vinificación, se usarán técnicas que preserven la calidad y la integridad de la uva. Es importante controlar la temperatura de la fermentación y el tiempo de maceración para extraer los taninos y los aromas de forma equilibrada. También hay que evitar la oxidación del mosto y del vino en todas las etapas del proceso.
3. El tiempo de crianza. Este paso es determinante para el desenvolupamiento del vino de guarda. Es importante tener en cuenta que cada vino tiene sus necesidades y tiempo de crianza específicos. Algunos pueden requerir menos años de envejecimiento mientras que otros pueden necesitar mas años de guarda.
4. Control de cualidad. Hay que realizar controles de calidad regulares a lo largo de todo el proceso de elaboración para garantizar que el vino esté evolucionando como esperamos. Esto incluye análisis sensoriales, químicos y evaluaciones de estabilidad micro biológica.
5. Condiciones de almacenaje. Una vez embotellado, el vino hay que guardarlo en una condiciones adecuadas para garantizar su correcto envejecimiento. Esto incluye, mantener una temperatura y humedad constante, protegerlo de la luz y evitar vibraciones y olores externos que puedan afectar a su calidad.
Lo que hace únicos los vinos de guarda es su capacidad para enriquecerse con el tiempo. A diferencia de los vinos jóvenes, los vinos de guarda ofrecen aromas y sabores más complejos y refinados. Estas son algunas de las características que los diferencian:
1. Tienen más estructura: Gracias a la crianza en madera, los vinos de guarda tienen una estructura más robusta y una profundidad que evoluciona con el tiempo. Sus taninos se suavizan y se integran, proporcionando una sensación de riqueza y suavidad en boca.
2. Los aromas son mas intensos: Con el tiempo, el vino de guarda desenvolupa una amplia gama de aromas. Cada sorbo es una nueva experiencia olfativa, con capas de complejidad que se revelan gradualmente.
3. Mejoran con el paso del tiempo: Una de las características mas notables del vino de guarda es su capacidad para envejecer con gracia. Mientras que muchos vinos jóvenes pierden propiedades después de poco tiempo, los vinos de guarda pueden durar décadas, mejorando con el tiempo y ofreciendo una experiencia de aromas y sabores único.
Los vinos de guarda tienen precios más elevados por diversas razones. Requieren tiempo y inversión en crianza, con procesos que pueden durar años y que implican una supervisión constante. Además, suelen producirse con uvas de alta calidad, lo que eleva los costos de producción. Por otro lado, la producción de estos vinos acostumbra a ser limitada para poder mantener la exclusividad, hecho que también influye en sus precios, así como los costes de desenvolupamiento en investigación de técnicas avanzadas, como por ejemplo, las que estamos llevando a cabo en la Cooperativa con el Celler Experimental. Todo esto se ve reflejado en el precio final del vino, pero cuando pruebas la calidad y aprecias el trabajo y la magia que hay detrás, te das cuenta que vale la pena pagar un poco más y poder vivir esta experiencia.
En la Cooperativa Falset Marçà también elaboramos vino de guarda, un ejemplo es ÈTIM El Syrah. Este vino es considerado un vino de guarda, ya que puede tener una crianza en barrica de roble francés entre 12 y 18 meses y, posteriormente, hace crianza en botella.
Así pues, si eres de los que les gusta vivir nuevas experiencias vinícolas, ÈTIM El Syrah ha de estar en tu checklist, es una oportunidad de descubrir la esencia de los vinos de guarda de la DO Montsant, y conocer de mas cerca el increible mundo de los vinos de guarda.
La venta de proximidad está regulada y permite identificar a los agricultores catalanes que venden ellos mismos sus productos al público, según el Decreto 24/2013.
