Fuïna: nuestro primer vino ecológico certificado y un paso firme hacia el Comercio Justo Local

En la Cooperativa Falset Marçà siempre hemos creído que hacer las cosas con conciencia y con raíces es el único camino posible. Trabajamos la tierra con respeto y compartiendo el esfuerzo con todas las personas que forman parte de la cooperativa. Por eso, hoy nos hace especial ilusión compartir con vosotros una gran noticia: hemos sido seleccionados para participar en el Proyecto Piloto de Comercio Justo Local, una iniciativa pionera que busca poner en valor formas de producción más justas, responsables y arraigadas al territorio.

Este proyecto está impulsado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y tiene como objetivo llevar los valores del comercio justo —que hasta ahora asociábamos sobre todo a productos de otros países— al ámbito local. Porque también aquí, en nuestra tierra, hay pequeños productores, cooperativas y proyectos que trabajan para hacer las cosas de otra manera: con transparencia, equidad, sostenibilidad y respeto por las personas.

Un modelo que reconoce el valor humano y el cuidado por el territorio

Formar parte de este proyecto implica someternos a un proceso de análisis y reflexión colectiva muy enriquecedor. Hace pocas semanas realizamos la primera auditoría participativa, una herramienta diseñada para valorar cómo trabajamos en diferentes ámbitos como la justicia social, la sostenibilidad ambiental, la participación democrática o las condiciones laborales. Esta auditoría no es solo una revisión formal: es un ejercicio compartido para mirarnos con ojos críticos, identificar buenas prácticas y detectar puntos de mejora. Nos ayuda a crecer como organización y a reforzar nuestro compromiso con un modelo agroalimentario más justo y coherente.

El Fuïna: mucho más que un vino

Como parte de este avance, tenemos el placer de presentaros Fuïna, nuestro primer vino ecológico certificado bajo los criterios del Comercio Justo Local. Fuïna nace de la voluntad de sumar sostenibilidad, calidad y compromiso. Es el resultado de nuestra experiencia como elaboradores, del conocimiento que tenemos de los viñedos de nuestro entorno y de la convicción de que hacer las cosas bien vale la pena.

“El Fuïna es mucho más que un vino; es el reflejo de nuestro compromiso con el territorio, la agricultura y una manera de hacer basada en la cooperación y la justicia social”, explican desde la cooperativa.

Este vino representa una nueva etapa para nosotros. No solo porque sea ecológico y certificado, sino porque nos permite compartir con el mundo una forma de entender el viñedo, el trabajo cooperativo y la relación con el medio. Es un homenaje a los valores que nos han guiado durante más de cien años: cooperación, amor por el territorio y compromiso con las personas.

Un futuro que se construye desde el presente

Con nuestra participación en este proyecto y el lanzamiento de Fuïna, reafirmamos nuestra voluntad de seguir construyendo un modelo agroalimentario más humano, justo y respetuoso con el planeta. Un modelo que cuida a las personas que trabajan en él, que protege el paisaje y que cree en la fuerza de la comunidad para afrontar los retos de hoy.

Este es solo el comienzo. Sabemos que aún queda camino por recorrer, pero tenemos claro hacia dónde queremos ir: hacia un futuro en el que la calidad vaya acompañada de valores, y el vino cuente también la historia de cómo ha sido hecho.

Gracias por ser parte de este camino. Nos hace mucha ilusión que lo descubráis, copa en mano, con nosotros.

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